Tal vez no sea más que más que un pequeño homenaje sin publicidad ni un objetivo político elevado, pero para todos los que año tras año asistimos, este día es una fecha ineludible de nuestro calendario. Nada me hace sentir igual y poder adentrarme tan profundamente en mis sentimientos como ese paseo mañanero a través de las siete enormes fosas comunes que allí se encuentran, antes de la misa entre las eternas cruces clavadas en el suelo me planteo las circunstancias que a otros como yo pero hace setenta años les empujaron a lanzarse a la calle, levantar los ojos al cielo y gritar ¡¡¡Arriba España!!! por todos los rincones de la patria.
Allí donde aquella tierra esta regada por tanta sangre, donde cada pisada encierra la vida de un estudiante, obrero o militar que fue asesinado por defender a España es uno de los pocos lugares donde miro con tranquilidad la realidad de la España de hoy, intento levantar la mirada hacia el cielo siguiendo el ejemplo de los allí presentes y como siempre siento esa obligación de luchar día a día con La Falange, por eso os animo desde este pequeño escrito a que nos acompañéis el próximo sábado y si todavía no lo habéis sentido ya, comenzar a sentir que vuestra obligación está al aire libre, bajo la noche clara, arma al brazo, y en lo alto, las estrellas...
No hay comentarios:
Publicar un comentario