viernes, 20 de febrero de 2009

La brasileña que perdió su embarazo por un ataque neonazi: ¿agresión real o montaje?


  • Paula Oliveira recibe el alta de la clínica suiza donde estaba ingresada.
  • Denunció que tres neonazis la agredieron en una estación de tren.
  • Los forenses aseguran que se automutiló y que no estaba embarazada.
  • El gobierno de Brasil llegó a mostrar su preocupación por el casos.
La brasileña Paula Oliveira, que denunció haber sido víctima de un ataque xenófobo en Suiza, ha abandonado la clínica de Zúrich en la que convalecía, pero su salida se produjo por la parte posterior del centro sanitario para evitar a los medios de prensa que la esperaban en la entrada principal.
Las autoridades creen que la mujer se automutiló
El padre de Oliveira, Paulo Oliveira, confirmó a los periodistas que su hija ha regresado a su domicilio, lo que, confesó, "es un alivio para mí y un problema menos".

Sin embargo, dijo que la joven -de 26 años, abogada de profesión y residente en Zúrich- "sigue conmocionada".

¿Agresión o montaje?

Oliveira denunció ante la Policía suiza que fue atacada el pasado día 9 por un grupo de neonazis cuando se dirigía a su casa y que, debido a los golpes, sufrió un aborto en una estación de tren.

El gobierno brasileño llamó al suizo por este asunto
La noticia captó rápidamente la atención de la opinión pública de Brasil y movilizó a la clase política, en especial al Gobierno, que expresó formalmente su preocupación a las autoridades suizas por este caso.

Sin embargo, el asunto dio un giro cuando la Policía helvética reveló que expertos del Instituto de Medicina Legal de la Universidad de Zúrich habían determinado que la brasileña se automutiló y que, además, no estaba embarazada en el momento de la supuesta agresión.

Los forenses aseguran que no estaba embarazada
Los familiares de la denunciante informaron en Brasil de que sufrió más de cien pequeñas heridas cortantes y golpes por todo el cuerpo y denunciaron las connotaciones racistas del hecho.

Según el relato de la joven, tres cabezas rapadas la atacaron, le marcaron todo el cuerpo con un objeto cortante y le grabaron sobre la piel la siglas SVP, las iniciales en alemán del partido ultraderechista suizo.

Que verguenza, nose que intentan con estas estúpidas acusaciones.

Jajaja penosa la actuación de este mujer.

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