Ayer lunes nos enterábamos de una noticia, que aunque ya esperada, no dejaba de ser menos triste. El monumento a José Antonio en Barcelona iba a ser derribado. Comenzaban los preparativos para que hoy martes, a las 13 hs, comenzasen las obras.
Poco decir que no hayamos dicho antes de estos "revanchismos" socialistas. Una más de tantas. Los mismos que en nuestra ciudad quitan monumentos a José Antonio, pero a la vez ponen el nombre de un golpista anti-español como Luis Companys al Estadio Olímpico. Algo a lo que por desgracia pretenden hacernos acostumbrados este gobierno socialista que continuamente va de la mano de los separatistas. Y como no, la derecha del PP callando y otorgando. Pero La Falange en Cataluña no podía estarse con los brazos cruzados. Ayer era un día triste, muy triste. Una escuadra de falangistas salió por la noche y colocó una pancarta en uno de los sitios más altos de las obras. No fue fácil, debido a lo céntrico de la zona y que la zona estaba acordonada. Seguramente no sirva de mucho. Pero con esta acción La Falange ha pretendido dar una señal de protesta ante la pisoteada memoria de nuestro fundador. Se pretendió hacer más. Nos pusimos rápidamente en contacto con falangistas de otras organizaciones para ver si hoy, al inicio de las obras, se podían reunir un grupo de camaradas bajo el yugo y las flechas, fuera de siglas y nombres de organizaciones, con el objetivo de defender la memoria de nuestros muertos. Pero una vez el desprecio, la arrogancia y el partidismo dieron por respuesta un contundente NO. Mientras el falangismo de algunos consiste en despreciar constantemente a todo el mundo. Mientras unos quedan pendientes a una asamblea en Abril para ver si hacen algo de rechazo por la retirada del monumento.
Mientras unos discuten sobre el sexo de los ángeles y a decir constantemente lo que no somos, pero nunca demuestran lo que somos. Mientras ocurre todo esto, La Falange en Cataluña anoche realizó la penúltima de sus acciones. El tiempo pondrá a todos en su sitio. Tanto a los que manchan la memoria de nuestros muertos como a los que por su impasibilidad lo toleran:
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