Un verano más y tenemos que ver imágenes devastadoras, imágenes que nos muestran como nuestros montes son destruidos. Tenemos que sufrir año tras año como se queman miles y miles de hectáreas.
¿Y qué pasa? NADA, tanto las diferentes administraciones, como los partidos políticos, se lazan la pelota de unas manos a otras. Y el resultado es que año tras año sufrimos auténticos ATENTADOS ECOLÓGICOS. Y así es como deberían ser tratados.
No podemos, ni debemos, considerar la destrucción de nuestros montes como un simple peaje, una simple consecuencia del verano, como desde el poder a través de sus medios de propaganda y manipulación nos intentan hacer creer. Y no lo podemos creer porque la naturaleza no se autodestruye.
Detrás de los ataques a nuestros montes hay importantes intereses económicos. Como lo explica el hecho que con los incendios se persiga la obtención de terrenos urbanizables que antes no lo eran y la obtención de madera para su posterior venta. Los incendios crean un negocio a costa de empeorar la calidad de vida del pueblo.
Tras los incendios hay culpables: las constructoras y la industria maderera. Y hay cómplices: los partidos políticos. Los patriotas no podemos convertirnos en cómplices también mirando para otro lado, debemos denunciar esta situación e involucrarnos en la defensa de nuestra tierra.
No se puede defender una nación y dar la espalda a los graves problemas que su naturaleza sufre. Y los incendios son uno de ellos. La nación la constituyen sus personas, su cultura, su historia, sus costumbres y todo su entorno natural. Y es por ello, por lo que debemos concienciarnos de la incompatibilidad entre la defensa de la nación y la destrucción de sus tierras.
Nuestro futuro como nación va ligado a nuestro futuro como pueblo. Y en este futuro la conservación de nuestro entorno natural, desempeña un papel imprescindible en la lucha por nuestro bienestar presente y futuro.
Imaginémonos durante unos segundos, una nación sin bosques ¿Alguien querría vivir en una nación así?
Debemos contextualizar la defensa de nuestro entorno natural, como un elemento más de nuestra lucha contra el sistema capitalista. Por el hecho de que la destrucción de la naturaleza, no es una simple consecuencia aislada del capitalismo, sino que es una de las formas que adopta la explotación que nos hace sufrir, explotación a la tierra. Una explotación provocada por un sistema sustentado por el hecho de que la maximización del beneficio del capital lo justifica todo. Y entre ello la destrucción de la naturaleza. Destrucción que sólo tiene un perdedor el pueblo, y por lo tanto la nación.
¡¡DEFENDAMOS LA NACIÓN!!
¡¡DEFENDAMOS LA TIERRA!!
Javier F.M
Colaborador de Patriotas.es
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