martes, 31 de marzo de 2009

¿Cumbre o derrumbe?

En Londres, los guías de la economía mundial (G-20) tomaran las decisiones que condicionaran y decidirán a la vida de todo el planeta. La tuya, la mía y la del vecino.
A esta “cumbre” asiste nuestro risueño ZP que, siempre con su optimismo convulsivo, declara que: 'El G-20 marcará la recuperación'. Siempre en su alucinación perpetua o psicosis, o tal vez la mentira que como tatuaje siempre anda prendida en su voz, llega el Banco de España que dice: 'No servirá para salir de la crisis' para llevarle la contraria.
Entonces llegamos los españolitos de a pie, que como yo, supongo que pensamos ¿a quién debo creer?
La cumbre se supone que es para sacarnos de la crisis, crisis que ellos mismo han propiciado, no lo olvidemos.
Mientras, previo a ese acontecimiento, solo veo el que ni se ponen de acuerdo en los efectos que tendrá la reunión de los países más influyentes del planeta. Y lógicamente solo cabe asustarse. Quien te guía es el ciego más ciego del reino de los topos, lo malo es que hay quien cree que el rey topo es capaz de ver.
Hay quien declara, como Fernández Ordóñez (Gobernador del Banco de España), que la cumbre "no nos va a servir para salir de la crisis".
Y esto sí que me lo creo, porque la misma crisis son ellos y su manera de encauzar el destino de los seres humanos y el planeta en sí.
Zapatero dice que "marcará el inicio de la recuperación, de la confianza y de un futuro con más seguridad y garantías para todos los ciudadanos", esto es como cuando aseguraba que no iba a tocar el gasto social, como cuando conseguiría el pleno empleo, decía, decía, decía...
Barack Obama, apuesta por la aplicación de un "nuevo orden internacional económico" que debería plasmarse en "decisiones concretas y compartidas". Y ya se sabe que cuando el amo americano habla, se decide y no hay más que dialogar ¿Cómo de ordenadas serán esas nuevas imposiciones de los ricos del planeta?
Mientras, pasito a pasito, los españolitos hemos llegado al “escoyo” de la deflación, a la intervención de las Cajas y a las subastas ofertadas por correo -masivamente- por parte de otras (Caja Madrid). Y que no se queje el que con su voto ayudó a madurar esta breva llamada actualmente España, o mejor dicho su gobierno, porque el brevazo nos lo hemos llevado los que sin comerlo ni votarlo lo estamos soportando.
Carmen Padial.