sábado, 14 de marzo de 2009

Comunicado sobre la crisis económica. Analisis y alternativa.


La economía se ha convertido en la nigromancia del Sistema capitalista. Los medios de comunicación y los políticos nos bombardean con un sinfín de fórmulas y términos que son de difícil compresión y entendimiento para el pueblo español. De esta manera, nos mantienen inmersos dentro del mayor de los oscurantismos y a merced de los designios de los sacerdotes de las corbatas y de los maletines. Pese a todos los intentos de hacer ininteligibles para los españoles el rumbo de la economía, el Sistema no puede ocultar los demoledores efectos que la crisis está teniendo en nuestras pequeñas economías. De esta materia somos los españoles ya unos doctores.

Según nos aseguran los apóstoles de la economía liberal-capitalista, todo comenzó cuando la Reserva Federal de los EE.UU. rebajó el precio del dinero, facilitó una relajación del crédito e inyectó dinero en el mercado. Con un interés tan bajo, los bancos empezaron a otorgar créditos inmobiliarios a más y más personas, sin la menor garantía de pago, ya que a un interés tan bajo les era difícil obtener beneficios. A su vez, las entidades bancarias se vendían esas hipotecas las unas a las otras, para obtener más beneficios y deshacerse de tan inseguro negocio. La gradual subida de los tipos de interés no frenó la locura hipotecaria y cuando se produjeron los primeros impagos explotó la crisis de confianza, las dudas se cernieron sobre este sistema y los bancos paralizaron la concesión de créditos.

En España los efectos de la crisis financiera son mucho más graves debido a una economía basada en la construcción especulativa y en el pelotazo inmobiliario. Los bancos, después de su orgía crediticia, tienen miedo, al tener miedo no conceden hipotecas, sin hipotecas no se pueden comprar viviendas, si no se compran viviendas se frena el motor de la economía nacional (un motor con una bomba lapa adosada) y se desata el paro y la destrucción del empleo sin visos de solución.

Hemos dicho muchas veces que el capitalismo es el mayor de los depredadores que han pisado la faz de la Tierra. Devora nuestro entorno, esquilma recursos, depreda almas. Pero además, es un monstruo que, a dentelladas, se destroza asimismo. Lo importante es ganar dinero, obtener beneficios a cualquier precio sin pensar en las consecuencias que la obtención de esos créditos pueda producir en el futuro más inmediato. Y al capitalismo, como monstruo que es, podemos clasificarle como una hidra, por cada cabeza que le es cortada le renacen dos.

En este estado de cosas los trabajadores españoles se encuentran con una piedra atada al cuello en medio del cenagal capitalista. En estos pasados años de ficticia bonanza económica, desde los medios de comunicación se nos empujaba al consumo y al endeudamiento desaforado. Si una familia no se había comprado un coche y una nueva vivienda, sometiéndose durante décadas, al vasallaje y al derecho de pernada bancario era etiquetada de perdedora, compadecida por la masa de consumidores compulsivos de hipotecas. Cuando todo el tinglado hipotecario ha caído por su propio peso, las familias se encuentran en un nivel de endeudamiento desesperante y con un empleo precario o una prestación de desempleo con fecha de caducidad. De tal modo que ahora que nos tienen bien cogidos por el cuello, el capitalismo va empezar a apretar el nudo para llevar a buen puerto sus objetivos de explotación, liberalización y mundialización. Les será mucho más fácil congelar o rebajar los salarios de personas hipotecadas en extremo ya que existen legiones de parados dispuestos a trabajar por menos dinero. Las oficinas bancarias, las inmobiliarias, los centros comerciales, el resplandor del neón capitalista esconden las cloacas de este sistema que nos conduce hacia una esclavitud inconsciente.

Como decimos, esta crisis no va a suponer otra cosa que el reforzamiento y avance de los postulados más extremista del Liberalismo. Que ningún agorero apocalíptico vaticine el fin del capitalismo a corto o medio plazo. No puede producirse el fin de un sistema si no existe alternativa práctica. Hoy por hoy si existe una alternativa ideológica al Sistema, la nuestra, pero no existe una alternativa práctica al régimen liberal. El marxismo es una comparsa folclórica y residual del Sistema y las verdaderas alternativas, constituidas por movimientos nacional-populares, como el MPS., se encuentran en estado constitutivo o empezando a sacar la cabeza de las toneladas de basura que décadas de manipulación han vertido sobre ellas.

Los sumos sacerdotes del capitalismo nos ofrecen ponzoña para salir de la crisis. Como panacea a todos los males de la economía proponen el abaratamiento del despido y la flexibilidad del mercado de trabajo. Ya hasta se atreven con la fórmula de “trabajar más por menos”. Nosotros estamos cansados de tanta letanía capitalista, de tantas frases hechas, de tanto formulismo que sólo esconden mentiras, enriquecimiento para muy pocos y empobrecimiento para casi todos. Lo idóneo de la liberalización, las ventajas de las privatizaciones o la ley de la oferta y la demanda no son otra cosa que despreciables dogmas que el capitalismo y su emporio mediático han elevado a la categoría de verdad sacra. En este Sistema las leyes del mercado, la oferta y la demanda y demás verborrea suponen la aceptación por parte de los trabajadores de las draconianas condiciones que el gran capital nos impone, todo ello revestido de modernidad y libertad cosmopolita.

En España el Gobierno de Rodríguez Zapatero brilla por su incompetencia. Un curioso “socialismo” el de Zapatero y los suyos, ya que en su primer debate de investidura, allá por 2.004, el actual Presidente del Gobierno anunció que la premisa fundamental de su política económica era “no intervenir en la economía y que ésta se desarrollase libremente”.

A Rodríguez Zapatero se le puede llamar hoy con toda autoridad mentiroso e incompetente. Mentiroso porque con un claro interés partidista y electoralista, hasta hace bien poco, ha negado la evidencia que los españoles no podemos quitarnos de encima ni de día, ni de noche: la crisis económica. Incompetente por su manifiesta inutilidad para articular medidas para frenar la destrucción del empleo y la falta de confianza.

A nuestro Presidente del Gobierno no se le han ocurrido otras medidas más oportunas para paliar los efectos de la crisis, que dar dinero a aquellos que más tienen y más se han enriquecido, los bancos, con 150.000 millones de euros y a aquellos donde, desgraciadamente, más se roba y prolifera la corrupción, los ayuntamientos, con 8.000 millones.

Esto es un gesto inequívoco de la nulidad política y operativa de este Gobierno, que no afronta los problemas ni pretende gestionar su solución. Por el contrario, dilapida el dinero de todos los españoles sin pensar en las consecuencias catastróficas que este caos puede traer al sistema de pensiones y seguridad social.

Pero sería injusto exonerar de culpa de la actual crisis al primer partido de la oposición, el Partido Popular. Durante la era Aznar se sentaron las bases y se desarrollaron los primeros años de esta economía basada en el ladrillo y en el turismo. Aznar y ese ser canonizado para la derecha española de nombre Rodrigo Rato, fueron los impulsores de la explosión inmobiliaria, de aceptar la deslocalización y desmantelamiento de nuestra industria, de la llegada a España de millones de inmigrantes (nuevos “españoles”, como les gusta decir a la derecha) que eran quienes iban a garantizar las pensiones y la seguridad social y ahora resulta ser que no pueden mantenerse ni ellos mismos.

El PP no es alternativa; el PP es origen, causa y cómplice, de todos los males que estamos soportando los españoles. El P. P. supone un liberalismo más salvaje, plegarse más rápidamente a los dictados del mundialismo, ser los limpiabotas de todos los poderes económicos y políticos más representativos de la mundialización.

En este repaso y análisis de la actual crisis económica no podemos pasar por alto el nauseabundo papel desempeñado por los sindicatos. Hoy en día máximo exponente, a lo largo de toda la Historia de España, del amarillismo más descarado y del apoltronamiento burgués de estómagos y panzas agradecidas al Gobierno. A los ridículos barbudos descamisados de pancarta y pegatina ya no les queda ni la pose para ocultar su contrato de compra-venta por parte del Gobierno. Ni se les hecha de menos porque ni existen, su papel pseudogubernamental y ministerial es la antípoda del sindicalismo que en estos momentos necesitamos los trabajadores españoles.

El Movimiento Patriota Socialista tiene la llave para no sólo salir de la crisis, también posee otra para cerrar el paso a crisis venideras: el fin del Sistema liberal-capitalista y su sustitución por una economía socialista y nacional al servicio del pueblo.
Nos afirmamos rotundamente en nuestros planteamientos revolucionarios. Este Sistema no tiene fallos, el fallo es el Sistema.

Sin embargo, el Movimiento Patriota Socialista considera indispensables la toma inmediata de medidas para frenar la destrucción empleo, generar confianza y para la reconstrucción de los sectores productivos de nuestra economía. Por tanto proponemos:

1. Fortalecimiento de las garantías laborales y salariales. Ni abaratamiento del despido ni flexibilización del mercado laboral. Sí al incentivo de la contratación indefinida mediante exenciones fiscales y subvenciones a las empresas.

2. Nacionalización de todos los bancos y creación de una única entidad pública, social y nacional.

3. Reducción de la jornada laboral a 35 horas.


4. Repatriación pacífica y ordenada de los inmigrantes, no europeos, establecidos en España. Desalojando del mercado el exceso de mano de obra, se daría a los trabajadores españoles una posición sólida en el mercado produciéndose el aumento de los salarios y la consiguiente demanda de productos en el mercado interno.

5. Protección de los productos españoles. Aranceles para productos procedentes de países no europeos. Prohibición de la importación de productos manufacturados en países en los que no existan garantías laborales o no sean respetados los derechos humanos.

6. Creación del INSTITUTO NACIONAL DE INVERSIONES para la reconstrucción de la industria en el que estarían integrados sindicatos, patronal y Administración. Este Instituto controlaría y coordinaría todas las inversiones que el Gobierno debe directamente efectuar. Las empresas generadas por este Instituto deberían ceñirse en su organización y gestión al modelo de empresa socializada.

7.
Desarrollo y ejecución de un PLAN NACIONAL DE INFRAESTRUCTURAS elaborado y dirigido por el Gobierno en coordinación y con el auxilio del resto de Administraciones. Este Plan sería un ambicioso proyecto de inversiones directas por parte del Estado tanto para generar empleo de una manera segura y directa, como para fortalecer el desarrollo de España. El PLAN NACIONAL DE INFRAESTRUCTURAS estaría especialmente dirigido a la realización de todo tipo de obras públicas encaminadas a la optimización de recursos naturales, recuperación del medioambiente, explotaciones de energías renovables y no contaminantes.

8. Aplicación del Plan De Vivienda Social para la regularización y solución de los problemas inmobiliarios. Por medio de éste, se renegociarían las actuales hipotecas y las cuotas mensuales de las mismas no podrían exceder de una quinta parte de los ingresos mensuales de una familia.

9. Reconstrucción del sector primario en España para el abaratamiento del precio de los productos básicos. Mediante una agricultura, ganadería y pesca nacionales, de calidad y ecológicas, y con el único intermediario entre el productor y el consumidor que un INSTITUTO NACIONAL DE ABASTO, gestionado por el Estado y las Administraciones, se reduciría el precio de los alimentos.

10. Coordinación real entre las distintas Administraciones mediante criterios de actuación unificada (tributarios, laborales, administrativos, judiciales, etc.) para poner fin al caos administrativo que las tar ifas autonómicas han provocado. Dichos criterios de actuación unificada, dentro del respeto a las distintas realidades regionales de España, deben suponer el fin del despilfarro, de la dualidad y de la inoperancia de los poderes públicos.


El Movimiento Patriota Socialista llama a todos los españoles a la movilización contra el Gobierno mentiroso e inútil, y contra este Sistema injusto y explotador. Entre todos podemos construir un contrapoder, una alternativa social y europea a la mundialización capitalista. Si no triunfamos en esta crisis vamos a dejar bien construidos los pilares de un sólido Movimiento para que la próxima sea la última que genere el Liberalismo en nuestra Nación.

FRENTE A SU ORO, NUESTRO TRABAJO.

EL M.P.S. CON EL TRABAJADOR.

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