En el 1º de mayo y por tercer año consecutivo, afiliados y simpatizantes del MSR, así como, representantes de otras organizaciones, se dieron cita frente al monolito de Ezra Pound sito en la población de Medinaceli, Soria.
Tal y como estaba programado, el acto dio comienzo a las 12:00h, con la asistencia de más de un centenar de personas. Familias, hombres y mujeres, gente de todas las edades, se dieron cita a un evento donde se percibía el buen ambiente junto a un claro sentir reivindicativo y de cambio social entre todos los asistentes.
Tal y como estaba programado, el acto dio comienzo a las 12:00h, con la asistencia de más de un centenar de personas. Familias, hombres y mujeres, gente de todas las edades, se dieron cita a un evento donde se percibía el buen ambiente junto a un claro sentir reivindicativo y de cambio social entre todos los asistentes.
Dio comienzo con su lectura el Coordinador Nacional del MSR, dando un breve repaso de la azarosa y rica vida de Ezra Pound, su obra fue reflejada en la lectura de tres de sus poemas intercalados con diferentes discursos que hacían referencia a la situación social y en especial la laboral.
Sendos discursos fueron dados por miembros del partido, y aunque se contaba con la intervención, como invitada al acto, de la antigua delegada del sindicato de los TNS en Málaga: Raquel G. Hernández, por motivos personales de última hora, y muy a pesar suyo, no pudo dirigir a los asistentes sus previstas palabras de marcado espíritu sindicalista.
Sendos discursos fueron dados por miembros del partido, y aunque se contaba con la intervención, como invitada al acto, de la antigua delegada del sindicato de los TNS en Málaga: Raquel G. Hernández, por motivos personales de última hora, y muy a pesar suyo, no pudo dirigir a los asistentes sus previstas palabras de marcado espíritu sindicalista.
En definitiva, una jornada en la que cultura, la protesta y la alternativa se unieron para dejar oír la voz del sindicalismo revolucionario.
Al finalizar el acto, tal y como estaba previsto, más de una cincuentena de personas se dieron cita en un restaurante de la población Soriana.
Al finalizar el acto, tal y como estaba previsto, más de una cincuentena de personas se dieron cita en un restaurante de la población Soriana.
A continuación reproducimos la intervención de Carmen M. Padial, *cabeza de lista del MSR a las próximas elecciones europeas:
(*Siempre que sea aceptada por la J.E toda la documentación aportada para ello.)
"Compañeros; camaradas:
En el día de hoy, día designado para celebrar la festividad del trabajador, no deja de ser paradójico que cada vez sea más reducido el número de personas que puedan decir que tienen un puesto de trabajo. Siendo éste un derecho y no un privilegio, algo que no debemos olvidar.
Observamos que el trabajo se ha convertido el bien más preciado, escaso y difícil de mantener. Todo consecuencia del sistema y sus desmanes.
Ante esta locura que nos conduce a la ruina total y al sufrimiento del pueblo; Mi Pueblo, ¡Nuestro pueblo! Siempre eje del dolor que causan otros. Hay quien cree posible cambiar las cosas.
El pueblo olvidó de donde emana el poder.
De donde se gestan las ideas.
De dónde nace el movimiento que hace factible una revolución capaz de darles vida.
No se necesitan mentes vasallas del orden imperante.
Ni quienes hayan dejado de creer que son solo ellos, nosotros, el pueblo, los dueños de los pasos que da nuestra nación.
No nos sirven quienes conformistamente aceptan el bipartidismo o las opciones que el mismo sistema que nos oprime nos pone delante, queremos a gente que busque, como nosotros, su libertad y que crea en ella.
No podemos dejarnos caer en el sofá de casa y esperar que otros logren esa revolución que tanto necesitamos los integrantes de este pueblo, una revolución que necesitan todos los pueblos.
Todos somos capaces de cambiar, todos somos capaces de crear esa justicia que tanto necesitamos.
Para ello se necesitan héroes, ese género humano que cree en sus capacidades, que cree en el espíritu humano forjador de conquistas, no necesitamos a quienes creen que toda acción es un imposible, o los que han aprendido a vivir a costa del trabajo ajeno.
No podemos permitir, es más ¡NO VAMOS A PERMITIR! que más del 40% de nuestro pueblo tenga que usar comedores sociales, que uno de cada cinco ciudadanos viva en la pobreza, o que uno de cada cuatro niños lo esté; ni que nuestros ancianos rebusquen entre los contenedores de basuras de las grandes superficies. Esas mismas que han empujado al cierre de los negocios que adornaban nuestras calles desde siempre.
La deshumanizació n social enraíza día a día, puede que eso a nadie le importe hasta que le toque de cerca, pero a nosotros, a la gente del pueblo, sí que nos importa, si que sentimos que nos toca de cerca, porque es nuestro pueblo, nuestra gente y somos nosotros mismos.
Los políticos no son nuestros gobernantes.
Si fue nuestro voto quien les sentó en el trono de mando, somos nosotros, el pueblo, los que tenemos la capacidad de darles una patada en el culo para echarlos.
La política es un conjunto de ideas que aplastan el espíritu. Solo los ideales llevan a la liberación. Nosotros solo amamos al ideal y solo a él servimos, porque nuestro ideal es la justicia para nuestro pueblo, nuestra gente.
Esa clase política no tiene ideales, tan solo beneficios y rentabilidades económicas propias.
El ideal de una verdadera justicia social, de un verdadero conjunto de personas que tan solo busca el bien común, y las ganas de vivir para crear, esos son nuestros sueños y objetivos. No competir insanamente, destruir y alimentar egoísmos, como pasa ahora mismo.
Es no tener que ver a un trabajador sin poder serlo, es no tener que ver una cola con gente sin poder procurarse alimento, es que nuestros ancianos tengan todas las comodidades, atenciones y cariño que toda una vida de trabajo se merecen, es una sociedad con unos valores que hagan posible un verdadero espíritu de comunidad y solidaridad desinteresadas y constructivas.
Es hora de apelar al espíritu que el sistema ha adormecido o intentado anular.
Todos nacemos libres, eso no se nos debe olvidar, y solo, desde nuestro corazón, el del pueblo, podremos alcanzar de nuevo la libertad.
En el día de hoy, día designado para celebrar la festividad del trabajador, no deja de ser paradójico que cada vez sea más reducido el número de personas que puedan decir que tienen un puesto de trabajo. Siendo éste un derecho y no un privilegio, algo que no debemos olvidar.
Observamos que el trabajo se ha convertido el bien más preciado, escaso y difícil de mantener. Todo consecuencia del sistema y sus desmanes.
Ante esta locura que nos conduce a la ruina total y al sufrimiento del pueblo; Mi Pueblo, ¡Nuestro pueblo! Siempre eje del dolor que causan otros. Hay quien cree posible cambiar las cosas.
El pueblo olvidó de donde emana el poder.
De donde se gestan las ideas.
De dónde nace el movimiento que hace factible una revolución capaz de darles vida.
No se necesitan mentes vasallas del orden imperante.
Ni quienes hayan dejado de creer que son solo ellos, nosotros, el pueblo, los dueños de los pasos que da nuestra nación.
No nos sirven quienes conformistamente aceptan el bipartidismo o las opciones que el mismo sistema que nos oprime nos pone delante, queremos a gente que busque, como nosotros, su libertad y que crea en ella.
No podemos dejarnos caer en el sofá de casa y esperar que otros logren esa revolución que tanto necesitamos los integrantes de este pueblo, una revolución que necesitan todos los pueblos.
Todos somos capaces de cambiar, todos somos capaces de crear esa justicia que tanto necesitamos.
Para ello se necesitan héroes, ese género humano que cree en sus capacidades, que cree en el espíritu humano forjador de conquistas, no necesitamos a quienes creen que toda acción es un imposible, o los que han aprendido a vivir a costa del trabajo ajeno.
No podemos permitir, es más ¡NO VAMOS A PERMITIR! que más del 40% de nuestro pueblo tenga que usar comedores sociales, que uno de cada cinco ciudadanos viva en la pobreza, o que uno de cada cuatro niños lo esté; ni que nuestros ancianos rebusquen entre los contenedores de basuras de las grandes superficies. Esas mismas que han empujado al cierre de los negocios que adornaban nuestras calles desde siempre.
La deshumanizació n social enraíza día a día, puede que eso a nadie le importe hasta que le toque de cerca, pero a nosotros, a la gente del pueblo, sí que nos importa, si que sentimos que nos toca de cerca, porque es nuestro pueblo, nuestra gente y somos nosotros mismos.
Los políticos no son nuestros gobernantes.
Si fue nuestro voto quien les sentó en el trono de mando, somos nosotros, el pueblo, los que tenemos la capacidad de darles una patada en el culo para echarlos.
La política es un conjunto de ideas que aplastan el espíritu. Solo los ideales llevan a la liberación. Nosotros solo amamos al ideal y solo a él servimos, porque nuestro ideal es la justicia para nuestro pueblo, nuestra gente.
Esa clase política no tiene ideales, tan solo beneficios y rentabilidades económicas propias.
El ideal de una verdadera justicia social, de un verdadero conjunto de personas que tan solo busca el bien común, y las ganas de vivir para crear, esos son nuestros sueños y objetivos. No competir insanamente, destruir y alimentar egoísmos, como pasa ahora mismo.
Es no tener que ver a un trabajador sin poder serlo, es no tener que ver una cola con gente sin poder procurarse alimento, es que nuestros ancianos tengan todas las comodidades, atenciones y cariño que toda una vida de trabajo se merecen, es una sociedad con unos valores que hagan posible un verdadero espíritu de comunidad y solidaridad desinteresadas y constructivas.
Es hora de apelar al espíritu que el sistema ha adormecido o intentado anular.
Todos nacemos libres, eso no se nos debe olvidar, y solo, desde nuestro corazón, el del pueblo, podremos alcanzar de nuevo la libertad.
Por ello, "hagamos que la causa de la Nación sea la causa del Pueblo, y la causa del Pueblo será la causa de la Nación".
¡A la calle, que ya es hora!
¡Sigue la llama...que arde en tu corazón!"
¡A la calle, que ya es hora!
¡Sigue la llama...que arde en tu corazón!"
Secretaría Nacional de Comunicación del Movimiento Social Republicano.