jueves, 8 de octubre de 2009

Llegó el día, los bufones dictan sentencia.

La Audiencia Provincial de Barcelona acaba de dictar sentencia en el caso abierto contra mi persona como máximo responsable de EDICIONES NUEVA REPUBLICA. La sentencia es clara: me condenan “como criminalmente responsable en concepto de autor de un delito de difusión de ideas genocidas y de un delito cometido con ocasión del ejercicio de los Derechos fundamentales y de las Libertades públicas garantizadas por la Constitución, precedentemente definidos, sin la concurrencia de circunstancias modificativas de la responsabilidad criminal, y le imponemos las siguientes penas:

1º) por el delito de difusión de ideas genocidas, UN AÑO Y TRES MESES DE PRISION;

2º) por el delito cometido con ocasión del ejercicio de los Derechos fundamentales y de las Libertades públicas garantizados por la Constitución, UN AÑO Y TRES MESES DE PRISION

En total, dos años y seis meses, a los que hay que sumar la correspondiente multa y parte de costas, así mismo, se ordena la destrucción de todo el material requisado (valorado en miles de euros).

Los jueces que han dictado esta sentencia se han valido de su cobardía para dictar una sentencia del todo injusta, una sentencia política en la que ha primado contentar a los progres encorbatados, a los falsificadores de la historia, a los sionistas, a los vividores de cuentos solidarios con cuentas subvencionadas; y a los perros rabiosos del puño en alto.

Una sentencia que alegrará, también, a algunos “camaradas”, tan bufones como estos jueces, tan, o más, bastardos que la colérica extrema izquierda, baste, como ejemplo, reproducir el siguiente comentario escrito ayer mismo, miércoles 7 de octubre, por el ADMINISTRADOR DEL FORO OFICIAL DE DEMOCRACIA NACIONAL cuando afirmaba (1):

“Hay que miedo dan esos dos añitos. Que malo es tener un líder rehén. ¿Por cierto, para cuando el juicio, o este es de esos juicios que se congelan en el tiempo por los siglos de los siglos mientras les obedeces?”

Ya hay, pues, sentencia, unos y otros estarán felices, con ella la muerte de ENR esta más cerca, queda ya tan solo presentar recurso y esperar, con poca fe, que fuera de la Cataluña prosionista y represiva, ENR encuentre más Justicia y menos paripés democráticos.

Mientras el tiempo y la esperanza se agotan, seguiremos como hasta ahora, es decir, editando libros con el mismo fin con el que iniciamos nuestra andadura, permaneceremos firmes divulgando ideas contra el pensamiento único, y continuaremos explicando nuestra historia, algo que, bajo ningún concepto puede considerarse un delito o un crimen, porque difundir la verdad jamás lo puede ser, porque un libro es una expresión de libertad y cuando un régimen quiere coartarla y pretende convertir la palabra en delito, demuestra su debilidad, su cobardía, su falsedad y su miedo.

Tengo muy claro que ni la mentira, ni la represión, ni la cárcel podrán acallar la voz de las almas libres. Frente a su odio, nuestra verdad. Frente a su cobardía, nuestro honor. Frente a su miedo, EDICIONES NUEVA REPÚBLICA.

Juan Antonio Llopart Senent

(1) Por si alguien no lo cree, o duda de la veracidad de estas palabras, tengo a su disposición la captura de pantalla.

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