jueves, 8 de octubre de 2009

Las letras vencieron a las mordazas.


El pasado 6 de octubre, las asociaciones culturales Ademán y Fernando III convocaron, pasados casi siete meses del último acto organizado de forma conjunta por ambas entidades, un homenaje literario al célebre escritor Agustín de Foxá (1903-1959), en el cincuentenario de su muerte.


Como ya ocurrió en el mes de marzo, con la presentación pública de la revista Disidencias, el Ayuntamiento de Sevilla, regido de forma lamentable, desde hace seis años, por una coalición socialcomunista, denegó a los convocantes el Centro Cívico El Tejar del Mellizo, tras concederlo inicialmente.


Si en aquella ocasión, la denegación de la sala se produjo con tiempo suficiente para trasladar la reunión a otro centro cívico de la capital hispalense, en esta no se comunicó por escrito hasta la misma tarde del acto, siguiendo instrucciones de la Delegada de Participación Ciudadana del Ayuntamiento, la comunista Josefa Medrano.


Gracias a Dios, tanto los conferenciantes, como los miembros de Ademán y Fernando III y el casi centenar de personas interesadas que se dieron cita en el centro cívico, no se doblegaron, improvisando una maravillosa velada literaria en el patio exterior del edificio, que cerró sus puertas de forma incomprensible a un acto cultural de primer orden, dado el prestigio de los dos ponentes invitados.


Efectivamente, Aquilino Duque y Antonio Rivero Taravillo, dos excelentes escritores sevillanos, reconocidos de forma unánime por la crítica especializada, brindaron a los asistentes una extraordinaria semblanza de la personalidad literaria de Agustín de Foxá, además de criticar abiertamente y sin complejos la incultura y cerrazón de los censores municipales, “rancia caverna estalinista” en acertadas palabras de Javier Compás, el miembro de Ademán que ejerció de conductor del acto.


Pero esta vez, el atropello de nuestros derechos ciudadanos no ha quedado oculto bajo el manto de silencio habitual. El papel protagonista que desempeñan Aquilino Duque y Antonio Rivero Taravillo en la vida cultural sevillana permitió que la cacicada cometida tuviera amplio eco en la prensa escrita y en varios medios de radio y televisión, que han dado amplia información a la opinión pública sobre los métodos censores, impropios de una democracia, utilizados por los socios comunistas del alcalde socialista de Sevilla, Alfredo Sánchez Monteseirín.


Las asociaciones culturales Ademán y Fernando III han anunciado el inicio de acciones legales contra los responsables de este incalificable atentado contra la libertad de expresión, al tiempo que emplazan a sus amigos y simpatizantes a apoyar masivamente futuros actos en defensa de la libertad, como esta maravillosa velada literaria celebrada bajo el cielo azul de Sevilla.







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