domingo, 20 de septiembre de 2009

Antifas, okupas y cintas de video.



Como podéis observar en esta foto procedente de los archivos policiales, estos objetos son una pequeña muestra de los inofensivos “silbatos” que suelen portar y guardar en sus domicilios los antifascistas madrileños… Esos que llevan más de un año desgañitándose proclamando su victimismo, su pacifismo y su tolerancia cuando en realidad se dedican a cazar gente que no comulga con sus ideas. Los mismos que en una proporción de 15 a 1 atacan a adolescentes y muchachas con hachas y palos, a mujeres embarazadas, a una pareja de novios con bates y bengalas, a personas de avanzada edad, acuden a reventar manifestaciones autorizadas, organizan concentraciones ilegales, disturbios y vandalismo, realizan atentados contra inmuebles mediante cócteles molotov, ocupan sedes de partidos políticos… podríamos seguir pero los incidentes son demasiados como para enumerarlos en esta breve crónica.
Manifiesto de las BAF.


El material de la foto fue requisado a conocidos miembros de las BAF (Brigadas Antifascistas): documentación y propaganda antifascista, pistolas, revólveres, munición (no todas eran de fogueo entonces), navajas, machetes, porras extensibles, defensas eléctricas, bates de béisbol, estrellas ninja, sprays paralizantes, ordenadores, gran cantidad de dinero (145.690 euros y 1.232 dólares USA) y droga (4.550 gramos de hachís, 860 gramos de anfetamina, 385 gramos de “cristal” (MDMA), 6 gramos de “speed”, diez plantas de marihuana y pequeñas cantidades de LSD, comprimidos y “bombetas” de MDMA, hongos alucinógenos, y otras sustancias, todo ello preparado para su distribución y venta)… y hasta una consola Xbox, o al menos eso nos parece adivinar. Vaya, cuando no están delinquiendo o presumiendo de sus “hazañas” en internet juegan un poquito al GTA IV o al Call of Duty-World at War (ahí, emulando al Ejército Rojo en la toma virtual de Berlín… lástima que no exista una opción para violar a 1.000.000 de malvadas alemanas nazis), ¡qué chavales más sanos!
Por cierto, Carlos Palomino, el mártir laico de la extrema izquierda paraterrorista madrileña, pertenecía o al menos simpatizaba con la citada organización (BAF). Las imágenes de su fotolog así lo demuestran: varias camisetas con las iniciales del grupo (ver fotos), pegatinas, grabados en la pared de su habitación (por cierto, convenientemente “modificada” por su madre a la hora de recibir a la prensa: sábanas de encaje, cuadros de carácter religioso, peluches, etc.)… Pero no temáis, era “uno de los suyos” (en palabras del ministro del Interior).

Los poseedores de estos objetos fueron detenidos, es cierto, pero ninguno de ellos ha ingresado en prisión (al menos que sepamos) por los hechos de los que eran acusados (principalmente tráfico de drogas… curiosa forma de hacer la revolución la de estos guerreros de la clase obrera que de trabajar saben más bien poco).
Es del todo sorprendente la extrema impunidad con la que estos potenciales (es un decir) terroristas actúan… la mayoría de sus fechorías (agresiones, tráfico de drogas, apología de la violencia, desórdenes públicos…) no se persiguen, caen en el olvido por “falta de pruebas” o manifiesta falta de interés por parte de la fiscalía del estado. ¿Acaso no cumplen los requisitos para ser procesados como asociación ilícita? ¿No es acaso toda su propaganda (por ejemplo) un clarísimo ejemplo de delito contra los derechos fundamentales de las personas (tal y como se acusó a otros)? ¿Por qué los medios de comunicación no le dedicaron el mismo tiempo y esfuerzo que a otros hechos similares?

Estamos acostumbrados a sus denuncias ante la policía y su facilidad a la hora de chivarse de todo y de todos… ¿No será que les dejan libres a cambio de información “interesante” para las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado (a ese que dicen combatir)? Vamos, chivatazos sobre otros vendedores de droga, incluso de su mismo rollo, que se convierten en “víctimas colaterales” en esta sacrificada lucha contra el fascismo (ja ja) y la precariedad monetaria en la que se ven inmersos (vamos, que no les gusta currar y es mejor ganar el dinero de forma fácil)…


Grupos de signo contrario (siempre del bando patriótico) son procesados y condenados por hechos ni remotamente cercanos a las tropelías de estos brigadistas internacionales de nuevo cuño. A los patriotas que se les considera culpables de determinados delitos se les juzga y se les condena, haciendo caer sobre ellos el peso de la justicia… ¿Por qué no ocurre lo mismo con los antifascistas aun cuando los hechos son irrefutables? Estos mamporreros del Sistema gozan de todos los beneficios procesales posibles, así como de la presunción de inocencia que para otros es una inalcanzable utopía (no hay más que ver el reciente juicio por asociación ilícita celebrado en la Audiencia Provincial de Madrid). “Así se las ponían a Felipe II”, reza un conocido refrán castellano…

¿Hasta cuándo esta clamorosa impunidad? ¿Cuántas agresiones e infracciones a la ley hacen falta para que las autoridades tomen cartas en el asunto? ¿Quieren muertos sobre la mesa tal y como suele hacer una conocida banda terrorista de extrema izquierda?
Ya sabemos que nuestra denuncia va a caer en saco roto, pero esto no hará más que continuemos denunciando estas actitudes criminales por parte de la extrema izquierda nostálgica del Gulag, las checas, el paseo al amanecer (invento netamente antifascista) o el tiro en la nuca.


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Enviado: Mr.R

Extraído de www.madridantiantifa.es

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