La Coordinadora Antifascista de Madrid está formada por catorce organizaciones que aglutinan a unos 500 individuos, aunque en actos puntuales cuentan con más seguidores. Entre los grupos figuran Rash Madrid (red skin), Bukaneros, ultras del Rayo Vallecano, varios colectivos comunistas (Iniciativa Comunista, Unión de Jóvenes Comunistas de Madrid, Colectivo de Jóvenes Comunistas) y otras formaciones minoritarias autodenominadas anarquistas y antisistema.
Izquierda Castellana -Doris Benegas y su marido Luis Ocampo- y Corriente Roja -Ángeles Maestro-, el núcleo duro de la candidatura Iniciativa Internacionalista, tienen asimismo una íntima vinculación con la Coordinadora. De hecho, la Asociación Cultural Castilla Comunera de Vallecas, otro de los grupúsculos, forma parte del proyecto en Madrid de la Izquierda Castellana.
En los últimos años los actos de la Coordinadora madrileña no han pasado de las «okupaciones» de casas, los encuentros de «solidaridad», las campañas puntuales y las manifestaciones para combatir el «fascismo institucional», si bien en los últimos meses han protagonizado dos algaradas callejeras de entidad: el ataque a la sede de la Policía Municipal de la calle Montera, en protesta por la muerte de un antisistema en Grecia, y una batalla campal en Vallecas con motivo de una manifestación de ultraderechistas. En total hubo 32 detenidos.
Balón de oxígeno
«La Coordinadora aspira a que la alianza no se quede en una coalición electoral, sino que constituya el germen de una gran plataforma que aglutine a todos los antifascistas. El problema es que estos grupúsculos estaban muy marginados y formar parte de la lista junto a históricos proetarras les ha proporcionado un preocupante balón de oxígeno», explican las fuentes consultadas por ABC.
Y eso que no se ha llegado a averiguar cómo se han financiado unos y otros, aunque todo apunta a que el entorno proetarra habría proporcionado cobertura económica al partido de Doris Benegas y éste a su vez habría apoyado a los miembros de la Coordinadora que, habitualmente, sólo cuentan con las cuotas de sus militantes.
La relación de los radicales madrileños con el entorno batasuno, sobre todo con «borrokas», viene de antiguo, tal y como lo evidencian los llamados «encuentros de verano» en los que unos imparten doctrina confraternizadora y otros la reciben entre litronas y porros, así como los manuales de fabricación de cócteles molotov incautados por la Policía hace ocho años en casas «okupas» de Madrid, que estaban editados por Segi.
Sobre la vocación de continuidad de la alianza se pronuncian ellos mismos: «Para nosotros lo más importante no era el resultado electoral en sí, sino el proceso unitario que se iniciaba», explica en su web Iniciativa Comunista, uno de los grupúsculos de la Coordinadora Antifascista.
El perfil de los miembros de la Coordinadora avala esta hipótesis: gente muy joven, que entra y sale de los grupúsculos de forma continua y agota su inestable compromiso cumplidos los treinta años; estudiantes en muchos casos y algunos con antecedentes policiales derivados de su actividad callejera (atentado contra la autoridad y desórdenes públicos, sobre todo).
Un par de meses antes de que el TC «bendijera» la lista encabezada por Alfonso Sastre se detectaron reuniones entre Otegi y Doris Benegas, enlace a su vez con los grupúsculos madrileños. Poco después, un ex candidato de Euskal Herritarrok y ANV, Francisco Javier Belarra Laguera, pidió el voto de la «izquierda abertzale» para Iniciativa Internacionalista en un escrito titulado «agrupémonos todos». Aunque en la sombra, también se considera a Belarra punto de conexión entre Batasuna y la extrema izquierda del resto de España.
Seis actos en Madrid
Una vez presentada la lista, Iniciativa Internacionalista celebró al menos seis actos electorales en Madrid, el primero el 16 de mayo en el Club de Amigos de la Unesco en Madrid, una reunión preparatoria ante la posible ilegalización por parte de la Sala 61 del Tribunal Supremo que se produjo unas horas después. Al día siguiente del aval del Tribunal Constitucional, el 22 de mayo se reunieron en el mismo lugar para presentar la candidatura y preparar la campaña; el 30 hubo un acto en una plaza de Vallecas; tres días después otro en el Colegio Público Nuestra Señora de la Concepción (hubo 25 asistentes) y dos más como cierre de campaña en Alcorcón y Rivas.Todos fueron actos «light» y con escasa parafernalia, pero eso sí no faltaron los recurrentes presos etarras ni la recurrente autodeterminación, igual que en los pasquines que los seguidores movieron por la capital. El problema es que se crezcan y vayan más allá, actuando como brazo de Batasuna en Madrid. Si atacaron a los municipales por una consigna llegada desde Grecia, por qué no hacer lo mismo con órdenes impartidas desde mucho más cerca.
Estos son los pacíficos y democráticos jóvenes que se autoproclaman como luchadores contra el fascismo, los que incitan continuamente a la violencia contra los que no piensan como ellos y los que les gusta salir en la prensa de víctimas. Estos son los mismos que piden la ilegalización de los partidos patriotas y de los actos convocados por estos, cuanto menos curioso cuando a ellos se les víncula una y otra vez con colectivos pro-etarras y les siguen permitiendo todos sus actos, ya sean legales o convocados ilegalmente... ¿este es el sistema que amapara a los nacionalistas? ¿este es el sistema que tanto les persigue a ellos?
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