12/12/2009
Tras unas pequeñas incidencias que imposibilitaron realizar el acto político en el centro cívico solicitado, el MSR catalán trasladó a cuantas personas se encontraban presentes en dicho centro a una sala privada en la que se pudo celebrar con total naturalidad el acto, en una sala repleta de juventud e ilusión.
Tomó la palabra Toni Medina, que en un sentido discurso, expuso que “en el momento en el que nuestros descendientes se pregunten qué clase de mundo les hemos dejado, no podemos permitirnos el capricho de dejar de luchar hasta nuestro último aliento para cambiar el destino de nuestra tierra, de dejar de existir sin haber sido nadie, haciendo lo máximo posible por hacer algo positivo a este mundo, por cambiarlo lo máximo posible a favor de nuestros intereses, porque son los mejores para nuestros compatriotas”.
Seguidamente, Carlos García, militante nacionalista que ha padecido la persecución ideológica en los últimos años, tomó la palabra para “prevenirles del peligro que supone por parte de la dictadura del pensamiento único, el tener una ideología que sea disidente de ese “tótem sagrado democrático” de la falsa democracia actual que es hoy en día el gran dios intocable que rige nuestros destinos. Por él todo puede ser atacado inmisericordemente, mientras sea en su nombre, y se ha hecho dueño y señor de las palabras LIBERTAD, VERDAD, JUSTICIA”. Carlos García ha sido víctima de un juicio claramente político en el que por el mero hecho de creer en unas ideas muy críticas con el panorama de falsa democracia y libertades limitadas que vivimos ya le convierten en un vulgar delincuente, cosa que por supuesto ni él ni los que defendemos la libertad de opinión y expresión no aceptamos y seguiremos los cauces legales posibles para desenmascarar esta evidente carencia de igualdad y respeto democráticos. “A pesar de todo lo que me han hecho, no me han logrado callar, no voy a callar: soy inocente, soy disidente; simplemente lucho por una alternativa nacional y revolucionaria diferente a las que los partidos del pensamiento único promueven. No puedo permitir que me callen, que me asusten, para que piensen mis hijos que algo de culpa tendré cuando callo, no. Tengo que defenderme, tengo que contar mientras me quede voz la injusticia que han cometido con todos nosotros”.
Por último tomó la palabra Jordi de la Fuente, que declaró que “vivimos en una dictadura de la hipocresía: tenemos un Gobierno mundial y nacional que mientras trabajes, compres cosas inútiles y te dediques a ser feliz con ello, tienes derecho a opinar y a moverte dentro de los márgenes cuadrados que te ofrecen”. Hablando de las actitudes ante las injusticias sociales que presenciamos cada día en los medios de comunicación, añadió que “esa actitud del <> hoy es más letal que nunca, en un momento en que necesitamos auténtica unidad de los que nos oponemos a este sistema de verdad, y queremos abrir los ojos al resto de nuestro pueblo”. Siguió de la Fuente añadiendo que “nos han convertido, a todos, mayores y pequeños, abuelos, padres e hijos, en máquinas que viven y consumen al tiempo y al son que marcan las grandes empresas de publicidad, de productos, de bancos, que financian a nuestros Gobiernos con tal de poder ampliar más sus beneficios llegando a entrometerse en nuestra vida privada (…) no tenemos escapatoria: si queremos un techo, hipoteca a un banco, o alquiler y nunca tener techo propio para la familia; si queremos coche, lo mismo. (…) Lástima que los políticos y los banqueros no se puedan tirar a la basura, aunque creo que sería imposible reciclarlos y hacer ni un florero con ellos”. Finalizó su intervención diciendo “no temáis (…) empecemos como ya lo hicimos a reconquistar las calles, con el pueblo en una mano y una bandera en la otra, aplastando cuantas injusticias se nos planten luchando contra el Pensamiento Único, por un Pensamiento Sano y Verdadero”.
Tras agradecer la presencia del público, dio fin el aplaudido y emocionante acto político, se celebró una pequeña fiesta en la que los oradores pudieron charlas con los asistentes creando nuevos y fuertes lazos de militancia y esperanza.
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