jueves, 4 de noviembre de 2010

Más ataques de la ultra-izquierda para reabrir heridas que, como siempre, no serán perseguidos.

En la iglesia de Brunete, la plaza y los muros de las casas de varios vecinos del pueblo han aparecido unas pintadas lamentables. Gracias al caldo de cultivo que ha creado el PSOE con su ley de la memoria histórica estos sucesos se dan en diferentes municipios de toda España sin que nadie mueva un dedo para impedirlo.

En el caso concreto de Brunete, lo que molesta a los chekistas del siglo XXI es que allí gano el bando nacionalista una dura batalla. Pretenden por ello borrar de la memoria los vestigios de todo aquello. Y ya de paso, atacan a la iglesia y a los católicos.

Sin embargo, con sus claroscuros, la Historia es la que es y no se puede cambiar. Algunos todavía defendemos la verdad aunque no sea políticamente correcta.


Fuente: Fe La Falange

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