En el caso concreto de Brunete, lo que molesta a los chekistas del siglo XXI es que allí gano el bando nacionalista una dura batalla. Pretenden por ello borrar de la memoria los vestigios de todo aquello. Y ya de paso, atacan a la iglesia y a los católicos.
Sin embargo, con sus claroscuros, la Historia es la que es y no se puede cambiar. Algunos todavía defendemos la verdad aunque no sea políticamente correcta.
Fuente: Fe La Falange
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