El pasado 1º de Mayo, tal y como estaba previsto, el Movimiento Social Republicano salió a las calles de Madrid a reivindicar el derecho al trabajo. Ni las presiones de los grupos “antifascistas” ni las artimañas de la delegación del Gobierno bastaron para frenar a cientos de españoles que querían celebrar con espíritu disidente un 1º de Mayo nacional y revolucionario.
Treinta minutos antes de la hora de comienzo prevista, el punto de reunión (próximo a la Secretaría de Estado de Trabajo e Inmigración) estaba ya a rebosar de gente de todas las edades. Las banderas de España y del MSR comenzaban a inundar la calle José Abascal, junto a estandartes de las diferentes regiones de España y símbolos tradicionales nacionales revolucionarios. Las caretas de cerdo con los logos de los distintos partidos, que denunciaban la corrupción de la clase política, pusieron la nota de humor a la marcha.
A las 19:00 horas, ya organizados los asistentes tras las numerosas pancartas y con el equipo de sonido funcionando, las banderas comenzaron a ondear y empezaron a corearse las consignas. La manifestación había dado comienzo y el tono combativo era diametralmente opuesto a la “fiesta del trabajo” que celebran año tras año los sindicatos del sistema. Los militantes y simpatizantes del MSR, así como los madrileños que se unieron a la manifestación, sabían perfectamente que no hay nada que celebrar, y que un día tan señalado para los trabajadores debe convertirse en un día de protesta, de lucha y de rabia bien dirigida. A destacar la asistencia de militantes del Frente Nacional entre los que se contaba su presidente, Fernando Cantalapiedra, así como la presencia de una representación de España 2000 con Rafa Ripoll, que quisieron unir su voz a la del Movimiento Social Republicano mostrando así el buen estado de las relaciones entre los partidos social patriotas.
Más de medio millar de manifestantes avanzaban lentamente gritando lemas como “Zapatero, engañas al obrero”, “libre y social, la respuesta nacional”, “la crisis del obrero, que la paguen los banqueros” o “PSOE y PP, la misma mierda es”. Muchos madrileños se acercaron, durante el recorrido por la Calle Santa Engracia, a mostrar su apoyo a nuestra causa. La excesiva presencia policial (helicóptero incluido) no amedrentó a los participantes, que supieron en todo momento mantener la seriedad, la serenidad y la valentía que caracteriza a los patriotas socialistas. A reseñar también la gran labor de los miembros del equipo de seguridad del MSR, que garantizaron la tranquilidad de los manifestantes y ayudaron a que la jornada concluyese sin ningún incidente.
Con centenares de gargantas coreando al unísono el clásico lema “Europa, nación, revolución”, la manifestación llegó a la Plaza de Chamberí, donde se estableció un puesto de propaganda del partido y se leyeron los discursos de clausura. En primer lugar tomó la palabra Alejandro Fernández, siguió Carlos Ortega, nuestro candidato a las elecciones catalanas Jordi de la Fuente y por último Miguel Sardinero.
Muchas gracias a todos los asistentes, como siempre, sin vosotros el Movimiento, no sería posible. Juntos estamos construyendo las bases de la revolución social y nacional que tanto necesita nuestro Pueblo.
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