Manifestacion "La crisis que sufre el obrero que la paguen los banqueros" convocada por el Movimiento Patriota Socialista

CRONICA DE LA MANIFESTACION EN MADRID “LA CRISIS QUE SUFRE EL OBRERO QUE LA PAGUEN LOS BANQUEROS”

Nos desplazamos a Madrid dos miembros del Movimiento Patriota Socialista de Ciudad Real. Llegamos a Madrid a las 11 de la mañana. Después de dejar el coche nos pusimos en marcha hacia el lugar en el que iba a comenzar la manifestación después continuamos la marcha hacia el punto de reunión. Por el camino nos detuvimos a comer y a descansar. Un par de horas después marchamos hacia el punto de reunión (que no estaba cerca) llegamos allí a las 16:00, estuvimos esperando hasta las 16:30 cuando empezaron a llegar numerosos camaradas. Nos dimos cita unos 200 camaradas para acudir al punto de salida de la manifestación e informar al público allí presente de la prohibición de nuestro derecho a la libre manifestación.
Caminamos más de un kilómetro y medio hacia el punto de partida de la manifestación, cruzando los puntos en los que nuestros enemigos los antifascistas tenían previsto realizar su contra manifestación. Los patriotas socialistas no nos cruzamos con ninguno de estos elementos indeseables para la convivencia pacífica entre los españoles.
Cuando los dos centenares de camaradas llegábamos a la calle Ayala, donde debía dar comienzo la manifestación, fuimos rodeados por un impresionante despliegue policial, hecho este bastante curioso, ya que la Delegación del Gobierno argumentaba la escasez de efectivos policiales para garantizar la seguridad de nuestra manifestación pero si ha tenido suficientes para reprimirla, estableciendo seis cordones policiales concéntricos Los agentes de la U.I.P. procedieron a la identificación de los representantes del M.P.S. prohibiendo seguir adelante a los nuestros.
Finalmente, una representación de la Mesa Nacional del M.P.S. pudo dirigirse al punto de partida de la manifestación para anunciar a los que allí había congregados la prohibición de la manifestación.
Los 200 camaradas que habíamos recorrido las calles de Madrid sin obstáculo policial o parapolicial alguno nos disolvimos pacíficamente regresando al punto de partida. Allí estuvimos un rato tomando unas cervezas con nuestros camaradas y a las 7 y media nos marchamos a recoger el coche y comenzar la vuelta hacia tierras manchegas.

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